martes, 10 de enero de 2012

Conocimiento Didáctico


Hoy no se puede hablar de conocimiento en sentido unívoco. La ausencia de certezas, que caracteriza el nuevo milenio, también afecta a los métodos y criterios para determinar la validez o verdad de un conocimiento u otro. Así pues, hoy se pueden considerar los distintos tipos de conocimiento humano y entre ellos, justificar que tipo de conocimiento genera la Didáctica, para que cada individuo decida la validez, o no, del mismo. Entre los tipos de conocimiento al alcance del ser humano del Siglo XXI, se encuentra:
1. El mito, es decir, lo que de forma irreflexiva se piensa sobre las grandes cuestiones en torno al mundo, la vida y los hombres. Se trata de un pensamiento imaginario que se construye con los iluminados ojos de la literatura. El pensamiento mitológico es el modo de compresión, cuando no se sabe nada sobre las causas verdaderas de las cosas.
2. La religión es el conocimiento que surge de la reflexión y experiencia de Dios. Este conocimiento explica el mundo y el ser humano desde presupuesto divinos y construye un lenguaje propio (símbolos, signos y ritos) para comunicarse con Dios y rendirle culto.
3. La filosofía comparte temas de interés con el mito y la religión pero se diferencia en el método para generar el conocimiento. El método filosófico es la duda, la prueba racional y la fundamentación. Usa exclusivamente la razón. El método del mito es la imaginación poética y el método religioso es la intuición racional iluminada por la fe.
4. El conocimiento científico es el conocimiento sobre los fenómenos físico-materiales y/o humanos, aplicando el método científico. Este método consiste en: 1) observación y/o reflexión, 2) formulación de hipótesis y/o interrogantes, 3) experimentación empírica siguiendo un método, 4) enunciado de leyes generalizables o transferibles.
5. La ideología es un compendio de ideas sacadas de la religión, la filosofía, la ciencia... que responde al interés de conformar la opinión de las personas con fines de justificación política (gestión y distribución del poder).
6. La magia, es la creencia que atribuye poder a los objetos y personas para controlar el mundo, la naturaleza y los hombres, infundiendo temor y/o sugestión.
7. La mentalidad son valores y antivalores predominantes en un momento histórico concreto y que configuran los conocimientos comunes (ideas, comportamientos, afectos) de los humanos de esa época.
8. La sabiduría popular, es el conocimiento sobre el ser humano y el mundo que ha surgido de la experiencia colectiva de una cultura o grupo étnico. Normalmente se expresa de forma simbólica, en dichos, refranes, leyendas, cuentos, fábulas, canciones, chistes, normas de comportamiento, tradiciones...

En esta distinción de conceptos se destaca que la ideología está siempre asociada al ejercicio del poder, y la mentalidad de una época está altamente determinada por la ideología imperante en ese periodo hístórico.

Es importante señalar que la ideología se utiliza, en ocasiones, como sinónimo de filosofía. Por ejemplo, es común escuchar a políticos decir: "mi filosofía es esta...." Sin embargo, la filosofía es amor a la verdad por la verdad, sin ningún otro interés que gozar la verdad racional y emocional. La ideología justifica el deseo de mantener o procurarse un espacio de poder. La ideología siempre es cínica y/o hipócrita, es decir, no tiene problema en utilizar la mentira (aporías, sofisma, falacias y demagogias) para conservar una posición de privilegio social y económico.

Otro matiz a destacar, es que la metafísica (rama de la filosofía que se ocupa de cuestiones últimas y transcendentes para el hombre), a veces, se identifica con magia. La magia son siempre creencias supersticiosas. Relacionar la magia con la metafísica es darle, a la primera, un valor racional, nada más lejos de la irracionalidad de sus prácticas y creencias.

Es común confundir la magia con la ciencia, o con la religión. Es cierto que muchas personas vivencian la ciencia, o la religión, como una magia. Por ejemplo, para algunas personas y/o culturas, el médico es un "chamán" (mago); y a los ritos y/o símbolos religiosos se le atribuyen poderes supra-mundanos. Sucede, también, que en algunas culturas se utilizan los conocimientos científicos como mágia, manteniendo a la población en la ignorancia de las causas y efectos naturales de los hechos que se presentan como mágicos. Esto ocurría en la Cultura Maya, Egipcia... y ocurre en algunas culturas tribales actuales. Por otra parte, identificar la magia con la religión es pretender que las grandes cuestiones del hombre, tales como, el sentido y origen último del hombre y del mundo; el bien y el mal, la libertad humana... son cuestiones que no atañen a la racionalidad humana; desvalorizando así todo conocimiento religioso.

También es importante señalar que el mito se diferencia de la magia en que, si bien, ambos son sistemas de pensamiento imaginario, en el mito hay un cierto interés estético y ético de responder, de forma simbólica, a las cuestiones esenciales del hombre (mencionadas anteriormente). La magia se mueve por el deseo, exclusivo, de manipular al hombre, anulando totalmente su racionalidad. Como ya se ha señalado, la magia es creencia irracional en algo o alguien que no explica nada, sino que sugestiona la mente con el temor que infunde el atribuir poder inexplicable a las cosas o a las personas.

En este análisis gnoseológico de conceptos, a un educador crítico, no se le escapa el interés resurgido hoy, por la magia en todas sus modalidades: adivinación del futuro, visiones ultramundanas, personajes demoniacos o de ultratumba, efectos paranormales, brujerías.... ¿No responderá este despertar de la mentalidad mágica (que se extendió, especialmente, durante la Edad Media, bajo la influencia de las invasiones nórdicas) a un interés político de anular mentes para su uso y manejo, cuando la ideología está en declive?

Volviendo al tema que ocupa esta reflexión, la Didáctica, como campo de conocimiento, tiene su origen en la primera reflexión filosófica sobre el hombre. Del hombre, en su plena extensión de la palabra se ocupa, por primera vez, la Filosofía Ática, especialmente, en Sócrates y Platón. La Didáctica, por lo tanto, es un conocimiento que se desarrolla, paralelamente, a la racionalidad de la Filosofía, hasta el Siglo XIX. Siglo, este, en el que se empieza a utilizar el método científico para generar Conocimiento Didáctico.

El objeto de conocimiento de la Didáctica es la enseñanza y esta es una actividad exclusiva de hombres libres para hombres libres, que buscan su desarrollo cognitivo, afectivo y comportamental. Por lo tanto, el Conocimiento Didáctico siempre será:
a) Un Conocimiento Filosófico, en la medida que se plantea preguntas sobre que es el ser humano y como perfeccionarlo, es decir, preguntas racionales para ser contestada de forma racional sobre el origen y sentido último del ser humano. El Conocimiento Didáctico, hoy, está altamente relacionado con la Axiología que es el campo de la Filosofía que estudia los valores.
b) Un Conocimiento Científico, en la medida que diseña procesos sociales para la promoción del aprendizaje hacia el logro de competencias vinculadas a valores humanos. La eficacia de estos procesos debe ser contrastada con metodología científica.

Sin embargo, en la mentalidad actual no se entiende que el Conocimiento Didáctico sea un conocimiento filosófico-científico. Es común encontrar entre los profesionales que se dedican a la enseñanza, personas que confunde el conocimiento didáctico con la sabiduría popular. Por esto en su actuación docente se limitan a repetir comportamientos con los que han sido educados.

Otro profesionales y políticos de la educación entienden que los Conocimientos Didácticos (icluidos los términos que se utilizan) deben cambiar según la mentalidad de cada época, considerando obsoleto cualquier conocimiento perteneciente a otras épocas históricas; e ignorando, incluso, el bagaje histórico del Conocimiento Didáctico.

Otros piensan que la Didáctica se debe usar para la persuasión ideológica.

Los padres suelen confundir el Conocimiento Didáctica con la magia porque esperan de él una acción supra-mundana que transforme a sus hijos en ciudadanos de éxito. Todo ello, sin implicación personal alguna por parte de nadie, ya que, al profesor se le niega la autoridad, al estudiante no se le exige nada, y los padres renúncian a sus responsabilidades.

Finalmente, muchos estudiantes y políticos confunden el Conocimiento Didáctico con el mito, en cuanto que promulgan la poética imaginación de que este conducirá al alumnado, de forma divertida y sin esfuerzo, a altas cuotas de calificación y cualificación, introduciéndolos de forma fácil en el mercado laboral.

Para pensar:
¿En qué consiste la Didáctica desde el Conocimiento Filosófico-Científico? ¿A qué interés ideológico responde la mentalidad de que el Conocimiento Didáctico no es Conocimiento Filosófico-Científico?

Para profundizar:
Gérard De Vecchi, A. G (2006). Guía práctica para la enseñanza científica. Díada