viernes, 28 de diciembre de 2012

Los Fines de la Educación Hoy. La Nueva Utopía Pedagógica

La educación hoy no ha logrado vencer la violencia y la injusticia que atenaza al hombre, ni tampoco ha logrado erradicar sus ansias de auténtica libertad. Basta lanzar la mirada sobre los movimientos sociales pacifistas del mundo actual. El hombre, hoy más que nunca, mira para todos lados buscando un cambio cualitativo en sus vidas. Sin embargo, la crisis del pensamiento actual se proyecta en una educación mercantil en la que:
1.- Se niega el conocimiento transcendente y con ello se niega, a la persona, la posibilidad de una comprensión global de totalidades.
2.- Se marca al hombre con las afirmaciones de una ideología incuestionable y, con ello, se niega al individuo la posibilidad de construir su propia identidad.
3.- Se imponen las apetencias, los intereses y los deseos de la colectividad como valores y, con ello, se niega al sujeto la posibilidad de lograr la dignidad basada en valores reales.
4.- Se incita al humano hacia la emancipación, es decir, a la conquista de prebendas sociales que alienan al sistema y con ello se niega, a todos, la posibilidad de una auténtica liberación de los poderes públicos.

Desde Horkheiner y Adorno, pasando por la Escuela de Franckfort a la Escuela Dialógica de Habermas y Apel y, en otro lado, la hermenéutica, el existencialismo y el pensamiento de la diferencia; todas estas corriente coinciden en el diagnóstico desesperado de la modernidad y la búsqueda de nuevos proyectos.


Quizás se pueda encontrar ese cambio en la nueva utopía pedagógica, que propone:
1.- La desmitologización de la dimensión transcendente del hombre, para llegar a su comprensión como realidad ineludible del ser y su devenir histórico.
2.- La reflexividad, sin prejuicios ideológicos, sobre las causas primeras del universo y el sentido último del hombre.
3.- La racionalidad lógica, que no es justificación individual de actos caprichosos, sino pensamiento coherente iluminado por una acción comprometida con el bien común.
4.- La construcción de la propia identidad de cada hombre, en comunidades de aprendizaje donde el ser humano encuentre el sentido (origen y finalidad) de su propia vida, cuestionándose todas las ideas y comportamientos, sin coacciones ideológicas.
5.- La interacción intersubjetiva (sin intereses manipuladores) donde lo valioso pueda ser captado. Lo valioso no se negocia, no se deduce. Lo valioso se descubre en un acto relacional de voluntades con inteligencia; es decir en una comunidad de racionalidades abiertas a lo nuevo, a lo in-derivable…
6.- La dignidad universal del hombre que realiza, en la vida de cada persona, todos los valores. Estos valores de forma absoluta potencian la naturaleza humana. La dignidad es constitutiva de cada ser humano, con independencia de sus circunstancias socio-culturales, psicofísicas y evolutivas; y cada ser humano debe de ser tratado según esa dignidad.
7.- La libertad que nadie puede conceder, ni se puede reclamar a nadie, ni se conquista. Con la libertad no se logran privilegios, al contrario, se entregan. La libertad, que cada hombre posee, se ejerce escogiendo el bien, cueste el esfuerzo que cueste; o se entrega a cualquier postor a cambio de cualquier prebenda… Cuanto más fácil le es al hombre escoger el bien, más libre es y menos corruptela soporta.
8.- Las relaciones de apertura, exclusivas de hombres libres y con racionalidad lógica. Este tipo de relación se establece en la expresión y captación de valores que superan los deseos y apetencias, puramente, fisiológicos, afectivos y/o sociales. En estas relaciones el hombre se des-enraíza de lo material (tener más para satisfacer deseos) y establece relaciones de auténtica igualdad, creándose un espacio donde la persona es capaz de generar conocimiento creativo y útil para la comunidad. Es decir, se convierte en una persona competente.

En definitiva, en esta propuesta pedagógica la educación recupera su utópica función de potenciar el desarrollo integral del hombre y transformar la sociedad, en un mundo que reclama coherencia de pensamiento-acción-afecto, para poder conducir el cambio global continuo hacia metas de igualdad, justicia y paz en toda la humanidad.

Para pensar
¿Qué métodos y/o estrategias didácticas debería aplicar una enseñanza coherente con las propuestas de la nueva utopía pedagógica?

Para profundizar
Sáen, L. (2009). Movimientos filosóficos actuales. Trotta

Los Fines de la Educación Hoy. Crisis del Proyecto Modernista

Desde finales del siglo XX el slogan filosófico viene siendo la crisis de la razón y la muerte del hombre (el slogan del siglo XIX fue la muerte de Dios). El siglo XXI sigue avanzando bajo la amenaza del cientificismo, heredero de la ilustración más despótica. Desde el siglo XIX se viene generalizando, a nivel mundial, la actitud positivista que extiende el desarrollo de las ciencias naturales, reduciendo todo el saber a sus criterios empíricos. Esta actitud penetra todas las culturas y se manifiesta en la reclamación de privilegios por parte de la racionalidad tecnológica, en la disgregación del conocimiento en ámbitos atomizados, en la oposición irreconciliable de supuestos valores y en la materialización de la vida en su totalidad. Estos síntomas permiten diagnosticar la agonía de la ideología, sin embargo, lo que agoniza es la utopía, en el sentido de un proyecto común posible que alimente la esperanza de mejora de la sociedad y ofrezca propuestas reales de cambio para la humanidad. El noble proyecto ilustrado de autonomía para el hombre en el descubrimiento del logos universal, que alentó las utopías modernistas (transformadas, finalmente, en feroces totalitarismos de inusitada capacidad destructiva), ha dado paso a la fragmentación del pensamiento actual en una serie de rasgos que atraviesan, de forma inevitable, la mentalidad globalizada de nuestro tiempo.Estos rasgos son:
1.- Desmitologización: toda la realidad se interpreta en términos de causa y efectos naturales: biológicos, físico y psíquicos.
2.- Desacralización: el sentido es una cuestión transcendental que no sobrepasa la consciencia subjetiva. Se prescinde de la transcendencia humana.
3.- Secularización: la razón individual es el único criterio que rige el actuar y sentir del humano (ni religión, ni estado).
4.- Ideologización: la norma ideológica es incuestionable.
5.- Subjetividad: el humano es la medida de la interpretación de realidad. Es el que decide, de forma colectiva, qué es lo valioso.
6.- Relativismo: se niega la perspectiva universal y objetiva de los valores. Todo vale, incluso el anti-valor.
7.- Emancipación: autonomía, concedida graciosamente, de toda autoridad, espiritual, jurídica, social o política. La emancipación se logra usando la razón de forma pública o bien se conquista con la revolución violenta.
8.- Reduccionismo social: el hombre sólo puede tener relaciones mundanas. Estas relaciones se circunscriben al contexto espacio-temporal y al ámbito del placer y el poder, donde el más violento, el más corrupto, el más manipulador, el más seductor…. logra prebendas y privilegios.

Todos estos rasgos del pensamiento actual encierran trágicas contradicciones:

1.- Se explica todo por las causas y los efectos (desmitologización) y, sin embargo, las causas primeras y los efectos últimos del universo y el hombre se entregan al azar, a la nada o la repetición cíclica del todo (desacralización).
2.- Se argumenta que la razón individual es el criterio supremo del hombre (secularización) y sin embargo se absolutiza la ideología como incuestionable, aunque sus afirmaciones vayan en contra de la racionalidad científica y el criterio moral más elemental (ideologización).
3.- La colectividad es quién decide lo valioso (subjetividad) pero todo vale según los intereses de la ideología (relativismo), que es la que conforma el pensamiento de la colectividad.
4.- Se aspira a la autonomía (emancipación) pero esa autonomía se usa en una esfera de relación en la que se pretende ser más que el otro (reduccionismo), que es la causa y el efecto de la servidumbre, la dependencia, la sumisión, la esclavitud…
Sin duda, la educación reproductora actual, está formando a personas en las contradicciones mencionadas, esto supone que la educación hoy no se cuestiona nada racional (lo racional se muestra en el pensamiento coherente), no permite tomar consciencia de nada real (lo real se identifica en la acción coherente) y no muestra nada valioso (el valor se capta en las acción-pensamiento-afecto coherente). En definitiva la educación hoy es un mass media que difunde los slogans de la ideología, aplicando estrategias publicitarias. La educación hoy ha olvidado su función de desarrollar el juicio crítico libre en el ser humano.

Para pensar
¿En qué se diferencia las estrategias publicitarias de las estrategias didácticas?

Para profundizar
Sáen, L. (2009). Movimientos filosóficos actuales. Trotta

martes, 10 de enero de 2012

Conocimiento Didáctico


Hoy no se puede hablar de conocimiento en sentido unívoco. La ausencia de certezas, que caracteriza el nuevo milenio, también afecta a los métodos y criterios para determinar la validez o verdad de un conocimiento u otro. Así pues, hoy se pueden considerar los distintos tipos de conocimiento humano y entre ellos, justificar que tipo de conocimiento genera la Didáctica, para que cada individuo decida la validez, o no, del mismo. Entre los tipos de conocimiento al alcance del ser humano del Siglo XXI, se encuentra:
1. El mito, es decir, lo que de forma irreflexiva se piensa sobre las grandes cuestiones en torno al mundo, la vida y los hombres. Se trata de un pensamiento imaginario que se construye con los iluminados ojos de la literatura. El pensamiento mitológico es el modo de compresión, cuando no se sabe nada sobre las causas verdaderas de las cosas.
2. La religión es el conocimiento que surge de la reflexión y experiencia de Dios. Este conocimiento explica el mundo y el ser humano desde presupuesto divinos y construye un lenguaje propio (símbolos, signos y ritos) para comunicarse con Dios y rendirle culto.
3. La filosofía comparte temas de interés con el mito y la religión pero se diferencia en el método para generar el conocimiento. El método filosófico es la duda, la prueba racional y la fundamentación. Usa exclusivamente la razón. El método del mito es la imaginación poética y el método religioso es la intuición racional iluminada por la fe.
4. El conocimiento científico es el conocimiento sobre los fenómenos físico-materiales y/o humanos, aplicando el método científico. Este método consiste en: 1) observación y/o reflexión, 2) formulación de hipótesis y/o interrogantes, 3) experimentación empírica siguiendo un método, 4) enunciado de leyes generalizables o transferibles.
5. La ideología es un compendio de ideas sacadas de la religión, la filosofía, la ciencia... que responde al interés de conformar la opinión de las personas con fines de justificación política (gestión y distribución del poder).
6. La magia, es la creencia que atribuye poder a los objetos y personas para controlar el mundo, la naturaleza y los hombres, infundiendo temor y/o sugestión.
7. La mentalidad son valores y antivalores predominantes en un momento histórico concreto y que configuran los conocimientos comunes (ideas, comportamientos, afectos) de los humanos de esa época.
8. La sabiduría popular, es el conocimiento sobre el ser humano y el mundo que ha surgido de la experiencia colectiva de una cultura o grupo étnico. Normalmente se expresa de forma simbólica, en dichos, refranes, leyendas, cuentos, fábulas, canciones, chistes, normas de comportamiento, tradiciones...

En esta distinción de conceptos se destaca que la ideología está siempre asociada al ejercicio del poder, y la mentalidad de una época está altamente determinada por la ideología imperante en ese periodo hístórico.

Es importante señalar que la ideología se utiliza, en ocasiones, como sinónimo de filosofía. Por ejemplo, es común escuchar a políticos decir: "mi filosofía es esta...." Sin embargo, la filosofía es amor a la verdad por la verdad, sin ningún otro interés que gozar la verdad racional y emocional. La ideología justifica el deseo de mantener o procurarse un espacio de poder. La ideología siempre es cínica y/o hipócrita, es decir, no tiene problema en utilizar la mentira (aporías, sofisma, falacias y demagogias) para conservar una posición de privilegio social y económico.

Otro matiz a destacar, es que la metafísica (rama de la filosofía que se ocupa de cuestiones últimas y transcendentes para el hombre), a veces, se identifica con magia. La magia son siempre creencias supersticiosas. Relacionar la magia con la metafísica es darle, a la primera, un valor racional, nada más lejos de la irracionalidad de sus prácticas y creencias.

Es común confundir la magia con la ciencia, o con la religión. Es cierto que muchas personas vivencian la ciencia, o la religión, como una magia. Por ejemplo, para algunas personas y/o culturas, el médico es un "chamán" (mago); y a los ritos y/o símbolos religiosos se le atribuyen poderes supra-mundanos. Sucede, también, que en algunas culturas se utilizan los conocimientos científicos como mágia, manteniendo a la población en la ignorancia de las causas y efectos naturales de los hechos que se presentan como mágicos. Esto ocurría en la Cultura Maya, Egipcia... y ocurre en algunas culturas tribales actuales. Por otra parte, identificar la magia con la religión es pretender que las grandes cuestiones del hombre, tales como, el sentido y origen último del hombre y del mundo; el bien y el mal, la libertad humana... son cuestiones que no atañen a la racionalidad humana; desvalorizando así todo conocimiento religioso.

También es importante señalar que el mito se diferencia de la magia en que, si bien, ambos son sistemas de pensamiento imaginario, en el mito hay un cierto interés estético y ético de responder, de forma simbólica, a las cuestiones esenciales del hombre (mencionadas anteriormente). La magia se mueve por el deseo, exclusivo, de manipular al hombre, anulando totalmente su racionalidad. Como ya se ha señalado, la magia es creencia irracional en algo o alguien que no explica nada, sino que sugestiona la mente con el temor que infunde el atribuir poder inexplicable a las cosas o a las personas.

En este análisis gnoseológico de conceptos, a un educador crítico, no se le escapa el interés resurgido hoy, por la magia en todas sus modalidades: adivinación del futuro, visiones ultramundanas, personajes demoniacos o de ultratumba, efectos paranormales, brujerías.... ¿No responderá este despertar de la mentalidad mágica (que se extendió, especialmente, durante la Edad Media, bajo la influencia de las invasiones nórdicas) a un interés político de anular mentes para su uso y manejo, cuando la ideología está en declive?

Volviendo al tema que ocupa esta reflexión, la Didáctica, como campo de conocimiento, tiene su origen en la primera reflexión filosófica sobre el hombre. Del hombre, en su plena extensión de la palabra se ocupa, por primera vez, la Filosofía Ática, especialmente, en Sócrates y Platón. La Didáctica, por lo tanto, es un conocimiento que se desarrolla, paralelamente, a la racionalidad de la Filosofía, hasta el Siglo XIX. Siglo, este, en el que se empieza a utilizar el método científico para generar Conocimiento Didáctico.

El objeto de conocimiento de la Didáctica es la enseñanza y esta es una actividad exclusiva de hombres libres para hombres libres, que buscan su desarrollo cognitivo, afectivo y comportamental. Por lo tanto, el Conocimiento Didáctico siempre será:
a) Un Conocimiento Filosófico, en la medida que se plantea preguntas sobre que es el ser humano y como perfeccionarlo, es decir, preguntas racionales para ser contestada de forma racional sobre el origen y sentido último del ser humano. El Conocimiento Didáctico, hoy, está altamente relacionado con la Axiología que es el campo de la Filosofía que estudia los valores.
b) Un Conocimiento Científico, en la medida que diseña procesos sociales para la promoción del aprendizaje hacia el logro de competencias vinculadas a valores humanos. La eficacia de estos procesos debe ser contrastada con metodología científica.

Sin embargo, en la mentalidad actual no se entiende que el Conocimiento Didáctico sea un conocimiento filosófico-científico. Es común encontrar entre los profesionales que se dedican a la enseñanza, personas que confunde el conocimiento didáctico con la sabiduría popular. Por esto en su actuación docente se limitan a repetir comportamientos con los que han sido educados.

Otro profesionales y políticos de la educación entienden que los Conocimientos Didácticos (icluidos los términos que se utilizan) deben cambiar según la mentalidad de cada época, considerando obsoleto cualquier conocimiento perteneciente a otras épocas históricas; e ignorando, incluso, el bagaje histórico del Conocimiento Didáctico.

Otros piensan que la Didáctica se debe usar para la persuasión ideológica.

Los padres suelen confundir el Conocimiento Didáctica con la magia porque esperan de él una acción supra-mundana que transforme a sus hijos en ciudadanos de éxito. Todo ello, sin implicación personal alguna por parte de nadie, ya que, al profesor se le niega la autoridad, al estudiante no se le exige nada, y los padres renúncian a sus responsabilidades.

Finalmente, muchos estudiantes y políticos confunden el Conocimiento Didáctico con el mito, en cuanto que promulgan la poética imaginación de que este conducirá al alumnado, de forma divertida y sin esfuerzo, a altas cuotas de calificación y cualificación, introduciéndolos de forma fácil en el mercado laboral.

Para pensar:
¿En qué consiste la Didáctica desde el Conocimiento Filosófico-Científico? ¿A qué interés ideológico responde la mentalidad de que el Conocimiento Didáctico no es Conocimiento Filosófico-Científico?

Para profundizar:
Gérard De Vecchi, A. G (2006). Guía práctica para la enseñanza científica. Díada