martes, 8 de diciembre de 2020

El Estudio Eficaz o Estudio Recreador

El estudio eficaz se pueden conceptualizar como sinónimos de competencia para aplicar estrategias de aprendizaje, es decir, el estudio eficaz implica aplicar metodología de trabajo autónomo, para promover la indagación y el descubrimiento en diferentes áreas de conocimiento académico, o científico. Además, el estudio eficaz exige procesamiento de la información cuyo aprendizaje activa operaciones mentales para la resolución de problemas, como atención, concentración, comprensión, análisis, reflexión, integración, clasificación, organización, comparación, contrastación, coherencia, selección, síntesis, memoria, crítica, elaboración, creación… Por otra parte, el estudio es un factor asociado al éxito escolar y académico, base de la empleabilidad, emprendimiento y participación en los diferentes ámbitos sociales y culturales. Por todas las razones expuestas se evidencia la necesidad de desplegar hábitos de estudio, adecuados para promocionar el aprendizaje en cualquier nivel educativo.

Antes de profundizar en las actuaciones específicas que determinan el estudio eficaz es importante contestar el siguiente interrogante: ¿qué es el estudio eficaz? Este (también llamado estudio académico) es un método individualizado y autónomo para el domino (comprensión y adquisición) del bagaje cultural (contenidos y procedimientos) en las diferentes disciplinas científicas, o académicas, ejercitando operaciones, tanto cognitivas como comportamentales que conexionan con la realidad natural y social-cultural, para su mejora. Por lo tanto, el estudio eficaz es un proceso ordenado y secuenciado que, poniendo en juego recursos necesarios logra metas útiles con una proyección optimizante, personal y social.

Definido el estudio académico como un proceso, esencialmente intelectual, cada persona lo asume de forma diferente. Es la actitud del estudiante lo que determina el tipo de estudio que activa y, en consecuencia, el nivel de profundidad en la comprensión y adquisición de las disciplinas académicas a las que se enfrenta. Así pues, el estudio puede ser `incidental´, es decir, el objetivo del estudiante cuando aplica su método es obtener una calificación suficiente, por lo tanto las estrategias que despliega son recopilación de documentos y lectura de los mismos. Otro tipo de estudio es el `reproductivo´, en este caso el objetivo es el mismo que en el estudio incidental, pero el estudiante está interesado por obtener puntuaciones altas, así pues, la estrategia básica desarrollada (además de las anteriores) es la evocación (imitación o reproducción de lo que el profesor ofrece). Por último, el estudio `recreador´ tiene como objetivo el gusto por la indagación y el descubrimiento, para lo que se necesita aplicar estrategias, habilidades, técnicas y procedimientos específicos, a fin de lograr retos intelectuales. Este tipo de estudio es el que se denomina, también, `estudio eficaz´, porque siempre produce una mejora en el estudiante y sobre el entorno, con independencia de que sus logros se reflejen en las calificaciones que otorga el profesor.

Si uno de los objetivos del la enseñanza (en cualquier nivel educativo y en cualquier área de conocimiento) es la indagación y el descubrimiento, aplicando estrategias autónomas de aprendizaje (aprender a aprender); es evidente que el estudio recreador debe ser una competencia profesional básica del docente, tanto para garantizar su propia formación permanente como para enseñar las estrategias, habilidades, técnicas y procedimientos que conducen a ese tipo de estudio.

En el proceso de enseñanza de un método para el estudio eficaz, en primer lugar, es necesario diseñar y aplicar estrategias que permitan al sujeto identificar el tipo de estudio que el mismo aplica. Es decir, mediante cuestionarios o entrevistas se debe ayudar al estudiante a realizar un autoanálisis sobre los objetivos que le mueven a estudiar y las actitudes que subyacen cuando se enfrenta a esta tarea. Por otra parte, aplicado guías de outobservación el sujeto puede comprobar que estrategias aplica para lograr sus objetivos, despertando el interés por nuevos objetivos. Estas actuaciones previas deben conducir a crear en el discente la necesidad de aprender diferentes modos de estudio.

Partiendo de la nueva disposición actitudinal hacia objetivos recreadores, en la aplicación de un método de estudio será necesario enseñar las estrategias, habilidades, técnicas y procedimientos de estudio eficaz; todo ello con la finalidad de capacitar al estudiante para diseñar un método de estudio propio. Seguidamente, se describen las actuaciones que determinan el estudio eficaz, o recreador.

Una estrategia que crea condiciones actitudinales, espaciales y temporales, básicas, para el estudio eficaz es pensar un plan de actividades propio. El estudio recreador exige una actitud intelectual de curiosidad y búsqueda constante, sistemática y organizada; que pone en juego todas las capacidades mentales del sujeto y, por tanto, esta opción intelectual afecta a todas las dimensiones vitales de la persona. Para responder a esa exigencia, el discente deberá diseñar y aplicar la estrategia llamada: `Plan de Trabajo Semanal´. Este debe incluir todos los tiempos y las actividades que integran la existencia del sujeto; esto es, alimentación, higiene, horarios escolares o académicos, actividades recreativa y deporte, descanso... siendo la actividad central `el estudio´.

A fin de favorecer el estudio será necesario incluir en el Plan de Trabajo Semanal todo aquello que potencia dicha actividad mental. Así pues, la alimentación debe ser saludable, el ocio constructivo, no puede faltar el ejercicio físico, ni el descanso necesario…. Igualmente, la selección de los tiempos y espacios dedicados a estudiar deben facilitar la concentración en la realización de las tareas cognitivas, ya mencionadas. Con respecto a los tiempos será, siempre, más provechoso estudiar durante cortos periodos de tiempo (una media de tres horas, en caso de adultos; en adolescentes y niños habría que reducir los periodos) con descansos y, además, esos tiempo deben ser constantes, es decir se deben repetir cada día. En relación a los espacios donde se estudia es fundamental la ventilación, la iluminación y disponer de los recursos necesarios. Además, la decoración y mobiliario se recomienda su selección según criterios de funcionalidad y gusto personal, haciendo acogedor el lugar de trabajo intelectual. El cerebro necesita oxígeno, la vista luz, las manos instrumentos adecuados para generar productos de calidad; y la mente, armonía, externa e interna, para activar la creatividad.

En definitiva, entregarse al estudio recreador supone reflexionar sobre las prioridades personales, a fin de seleccionar aquellas actividades que promueven el propio desarrollo físico-cognitivo-social y asegurar su realización, organizando tiempos y espacios. Estudiar es un auto-compromiso de crecimiento humano, por lo tanto, se planifica todas la actividades existenciales para facilitar el autocontrol diario de la vida de un modo real, adaptado a las propias circunstancias y equilibrando los intereses, así pues, toda planificación debe ser flexible en su implementación.

Para pensar 
¿Por qué no siempre los productos del estudio eficaz se reflejan en unas calificaciones altas? ¿Por qué el estudio recreador es una opción que afecta a todas las dimensiones vitales de la persona? ¿Cómo afecta?

Para profundizar 
Álvarez González, M. (1990). CHTE : cuestionario de hábitos y técnicas de estudio : propuesta de un programa de métodos de estudio. Tea.